Ahora que veo a Edgar mi hermano en el gastro bar, rememoro en el tiempo. Esta palabra es nueva, inventada para las élites del buen disfrute social de hoy. Esta figura no es nueva , fue inventada en el Carmen de Bolivar, por el Sr Julio Romaní en los años 50, con su famosa cantina en el barrio Bureche. Entre los servicios que prestaba estaban los siguientes: Las cervezas eran casi que congeladas, cuando el Sr Julio las destapaba hacia un ritual que generaba una explosión , al quitar la tapa que se escuchaba en la Cansona. Cuando uno consumía la quinta cerveza , le colocaba al consumidor una porción de bollo limpio con suero blanco y cebolla picada, cuando uno consumía la decima cerveza le colocaba una porción de yuca salteada en manteca de cerdo y culantro, cuando uno consumía la quinceaba cerveza le colocaba un consume de pato ahumado con picadillos de ahuyama , cuando una consumía la treintava cerveza, venia la porción de pavo en leche de tigre con arroz de frijolito. La música de fondo era del vallenato Liborio Reyes y el cantautor Amado Cervantes y su guitarra, con su legendaria composición “ Un amor viejo no se olvida". En este lugar la cerveza era la más cara del pueblo y cuando uno le preguntaba al Sr Julio, el porqué del precio, contestaba: Aquí departen los blancos del pueblo y hoy son los de la élite que le llaman y que gastro bares. Cuando alguno se emborrachaba en la cantina, que era muy raro, había un carro de mula especial para el traslado del ebrio a su morada, claro que en la próxima parranda en la cantina, julio le facturaba el servicio, hoy le llaman los aristócratas servicio de conductor elegido. Cuando uno se entusiasmaba con una canción que le llegaba al alma y tocaba palmas Julio entendía que había que servir una tanda nueva de cerveza para la mesa y para el bar completo, cosa que les gustaba a los auxiliares de parrandas y hoy les llaman cacheteros.
lunes, 25 de abril de 2022
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