Sucedio en el Carmen de Bolivar. Don Elías Fernandez, libanes ciento por ciento, recibio como todos los años la visita de mi padre. Mi abuelo les inculco a sus hijos, que debian visitar cada vez que llegaran a todos sus paisano. Don Elias sabia jugar al poquer. sabia meter la caña y era un nato ganador.
Fue invitado mi padre a que volviera por la tarde. Don Elías habia organizado una mesa de poquer. Llego puntual papa. Y la mesa de cuatro, ya estaba instalada, con su cupo contemplado. Y empezo el juego. Mi padre observo el rompe, que uno de los jugadores, no era recto, hacia trampas. Papa se levanto de la mesa y llamo a Don Elías para privadamente comentarselo. Y fue tajante, anoto su categorico yo no juego mas. Don Elías le pregunto. ¿Quien es el tramposo?. Y mi padre se lo identifico, diciendole. Es el tuerto, Don Elías. Don Elías, le respondio. Davo, regrese a la mesa, yo de manera diplomatica arreglo esto, no dañemos la mesa de juego. Y asi fue, papa regreso a su sitio. Y Don Elías tambien. Y dijo sacando su revolver Magnum 357, poniendolo sobre la mesa, con su medio español entendible: Al hijaputas que siga haciendo trampas, yo le sacar el otro ojus.
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